Al entrar con impresión se dice a sí mismo: “Una hermosa pelirroja esta desnuda en mi cama”, seguidamente saca algunas fotos caseras para nunca olvidar el día que esa jovencita perfumaba sus sabanas con su rico sudor. “Son las cosas que hay que recordar siempre”, piensa mientras observa.
Puede que sea la impresión que tuvo este chaval al ver lo divina que esta su novia, él tiene que saberlo ya que esta o lo estuvo viviendo, sin embargo, nuestros cerebros nos juegan algunas malas pasadas que si bien es cierto, que algunas oportunidades es una ventaja, en este caso, no lo es.
Parece que luego de ver, follar y que una chica una guapa te esté chupando la polla, la emoción tiende a pasar. Nuestra cabeza intenta que lo veamos como algo normal y las emociones se tienden a ir. Por eso dicen que por cada mujer bella, hay un hombre casado de follarla.
Sucede que a nuestro cerebro le encanta resolver problemas, pero terminarlos realmente. Por eso los rompecabezas llevan ese nombre, dado que no terminar algo puede convertirse en eso realmente. Entonces entramos en la normalización, esa donde vemos común ligarnos a un pibón.
Cuando realmente, somos afortunados y no lo sabemos. Empezamos a mirar a otro lado y sin saberlo, estamos perdiendo tiempo precioso con lo mejor que nos vamos a clavar en toda nuestra vida. Luego que pasan los años y lo descubrimos, pasarnos la vida en la pura nostalgia.
